Se trata de la última misión secreta que puede accederse en una partida de Devil May Cry. Solo puede activarse en el transcurso de la misión 21: Cueva Viviente, de la historia principal. Para acceder a ella debes examinar (botón "X" o "Cuadrado" del mando) la pared de carne ubicada inmediatamente enfrente a la estatua del Dios del Tiempo que se encuentra en la sala inicial de la misión 21. Ésta misión tiene como objetivo obtener el Brazalete del Tiempo, un objeto mágico que, a diferencia de otros presentes en el juego, no es necesario obtener para continuar la partida. Si se obtiene, no obstante, puede resultar de gran ayuda en misiones futuras.
El problema más notorio que presenta esta misión secreta es que todos los pasillos y salas son prácticamente iguales y el mapa en sí funciona a modo de laberinto: las primeras veces que se juegue esta misión puede ocurrir que se acabe de nuevo en el punto de inicio. Básicamente, se deberá recorrer un pasillo de carne el cual cada cierto tiempo se bifurca en dos direcciones. Para no perderse y llegar hasta el final, hay que coger siempre el camino de la derecha. Cuando recorras un pasillo, al final te encontrarás con una sala más amplia en la que hay un Nobody. Es recomendable, siempre que estés en una de estas salas, que no pierdas de vista el camino por el que has venido, ya que de lo contrario podrías acabar llendo de vuelta en la dirección por la que viniste. Cada vez que te encuentres un Nobody, deberás derrotarlo para poder avanzar; un orbe azul entero aparecerá luego de derrotar al primero. En total son tres los Nobody con los que has de luchar. Si no te pierdes, finalmente llegarás a una sala con el suelo de magma y paredes similares a las de la última sala de la misión principal 21. No debes preocuparte por caer en la lava, pues se comporta como suelo sólido y no te quitará vida. En esta sala estará el dragón de la misión 17; la única diferencia es que ya no escupe bolas de fuego sino que tienen una función de lanzallamas, que se activará cada pocos segundos. El objetivo es derotarlo, poniéndote para ello en la plataforma justo enfrente de su cráneo y golpeándolo tantas veces como sea posible con la espada. Ten cuidado con el fuego que expele. Luego de matar al dragón aparecerán dos Frost. De la misma manera, debes matarlos para continuar. Una vez lo hayas hecho, aparecerán varias plataformas con forma de ojos, que te permitirán subir y llegar hasta el brazalete, dando por finalizada la misión.